viernes, 27 de septiembre de 2013

RINOCERONTE DE MERCK EN CANTABRIA

Hace muchos años, cuando andábamos de cuevas con Pepe León y el resto del Grupo de Espeleología de Santander, no era raro encontrar por aquel entonces fósiles de grandes vertebrados en cual quiera de ellas, que habían llegado hasta allí trasportados por las corrientes subterráneas o quizas por la mano del hombre.
Los fósiles iban a parar a los almacenes del Antiguo Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander y si había suerte y merecian una publicación, se daban a conocer a través de una revista publicada por el Patronato de Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander, llamada "Cuadernos de Espeleología", de la que solo llegaron a editarse 10 números a cual más interesante.
Lástima que esta revista desapareciera en 1982 y dejase tantos y tantos hallazgos en el tintero.

Molares superiores de Dicerorhinus mercki.

Entre esos hallazgos, quizas uno de los más interesantes sea el de las muelas de Rinoceronte de Bosque, Dicerorhinus mercki, pues, como casi nunca se han encontrado restos esqueléticos de este animal en el norte de España, son el único dato real de su existencia en esta zona. PDF

Era un rinoceronte parecido al rinoceronte blanco actual, habitante de zonas arboladas y adehesadas donde pastaba. Es muy posible que los hombres primitivos cantabros los cazaran por medio de trampas y fosos dado su gran tamaño, cercano a las dos toneladas de peso.

Pintura de M.Maitland Howard.