viernes, 15 de noviembre de 2013

LA SORIA SUBMARINA DEL CAMBRICO...



Si por medio de un extraño artilugio pudiésemos trasladarnos en el tiempo hasta mediados del Cámbrico, hace unos 500 millones de años, no podríamos encontrar a Soria, pues  aún formaba parte del fondo marino, por el que pululaban los primeros invertebrados y se desarrollaban las primeras algas en una etapa de explosión vital y de grandes cambios en la superficie del planeta.


Entre esos primeros invertebrados se encontraban unos extraños artrópodos, los trilobites, cuyos fósiles podemos encontrar, con mucha suerte, en las cercanías de Borobia.


 Trilobites.
El nombre alude a que el exoesqueleto de estos animales estaba formado por tres lóbulos y a su cuerpo dividido en tres porciones, cabeza, tórax y pigidio. La cabeza era relativamente grande y en ella se situaban los ojos, grandes y compuestos de ojos simples como los de los insectos, además en la región cefálica debían encontrarse también algunos de sus órganos internos. El tórax formado por numerosos segmentos llevaba en cada uno de ellos un par de patas, a menudo terminados en uñas o pinzas. Y el pigidio constaba de varios segmentos soldados entre sí. Este exoesqueleto era tan flexible que les permitía enrollarse sobre si mismos cuando estaña en peligro, igual que hacen algunos crustáceos actuales como las cochinillas de humedad.

 Cochinillas actuales. 

Los de mayor tamaño llegaban hasta los 10 cm de longitud, aunque se han encontrado ejemplares de medio metro. Otros eran tan pequeños que se supone que formaban parte del plancton.
Desafortunadamente no dejaron descendencia y lo más parecido que existe en este momento en los mares cálidos es el Límulo o Cacerola de las Molucas.

  Cacerolas de la Molucas.