viernes, 20 de abril de 2012

LOS VERTEBRADOS FOSILES DE TORRALBA Y AMBRONA, SORIA.

A principios de los años 60 del pasado siglo llegó a Barcelona C. Howell, un antropólogo de la Universidad de Berkeley (USA),  interesado por los yacimientos paleolíticos de Torralba y Ambrona en Soria.  Y tanto porfió que consiguió una ayuda de la Wenner-Green Foundation que le permitió realizar varias excavaciones entre 1961 y 1963.
 Las investigaciones contaron con un equipo multidisciplinar y multinacional en el que se encontraba incluido mi amigo y profesor, Emiliano Aguirre que, al fin de las mismas consiguió la creación del actual museo "in situ" de Torralba, primero en Europa de estas características.
Las excavaciones contaron con personal contratado y con un pequeño grupo de estudiantes de Cambridge, Zaragoza y Madrid entre los que tuve la suerte de contarme.

 Trinchera de Torralba, Carolina de jovencita.

Entre 1963 y 1964 me encargué de la clasificación e inventariado de los restos fósiles extraídos en las excavaciones.  Entre estos restos, además de los ya esperados de grandes vertebrados (elefantes, toros, ciervos, rinocerontes, lobos, panteras y un macaco) aparecieron  otros de pequeños vertebrados de clasificación más dificil porque, en aquel entonces, en el Departamento de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en donde estaba depositado el material, careciamos de bibliografía al respecto y sobre todo de material de comparación.

 Craneo recien extraido de Palaeoloxodon antiquus (Elefante de bosque)


Así que, para poder llegar a una solución con los restos de las aves, Emiliano y yo nos dedicamos a ir de restaurante  alguna que otra vez y  pedir un plato de perdiz, codorniz, gallina  o pato y despues, con muy  buenos modos, solicitar del camarero que nos guardase los huesos. Así nos fuimos haciendo una pequeña colección que nos resolvió muchos problemas.

 Carolina y L.G.Freeman, en Torralba, rodeados de restos fósiles de Elefante.

Los resultados preliminares de aquella clasificación se publicaron en el VIII Congreso INQUA celebrado en Paris en 1969 gracias a esas comidas y a las horas que nos pasamos limpiando aquellos huesecillos.
PDF

2 comentarios: