Coprolitos de cocodrilo
El yacimiento de
“Zorralbo I” que pertenece a la Formación Golmayo (Soria, España), datada en el Hauteriviense
superior-Barremiense inferior (Cretácico inferior), ha proporcionado un elevado
número de coprolitos asociados a restos óseos de diversos vertebrados terrestres
(Iguanodontidae sp., Polacanthus sp.,
Titanosauriforme indet., Dromaosauridae indet., Allosauridae indet. y Goniopholis sp). Se han identificado 8
morfotipos de coprolitos en base a su forma, tamaño, textura superficial,
estructura interna y otros caracteres. Por su riqueza en fosfatos se consideran
procedentes de una dieta carnívora y dadas sus particulares características se
atribuyen a cocodrilos.
Los dos tipos de morfotipos más abundantes
Actualmente y por definición el
término “coprolito” se aplica a todo material fecal fosilizado, sin
determinación de tamaño, forma, origen o composición química y como quiera que estos
restos fósiles se han originado a partir de la dieta, su estudio se ha ido intensificando
progresivamente porque proporcionan datos insustituibles sobre la misma en los diversos
grupos de animales y también porque en muchas ocasiones proporcionan además
datos paleo-ambientales importantes ya que, en los originados en una dieta
fitófaga, se encuentran restos vegetales, esporas, semillas y sobre todo polen
que amplían el espectro florístico del yacimiento y/o el ambiente en que vivían
esos seres, mientras que en los originados en una dieta carnívora pueden
aparecer aparte de restos óseos, escamas de peces, restos de artrópodos, etc…
que ayudan considerablemente a conocer la antigua composición faunística de ese
medio. Tanto en un caso como en otro su análisis es importante para conocer la
existencia de antiguos casos de endo y exo-parasitosis.