Entrada a la cueva de El Pendo
En 1907, otro arqueólogo, Alcalde del Rio descubrió en una oquedad los primeros grabados de aves, pero el verdadero estudioso de la cueva fue el Rvdo. Carballo, que excavó la misma entre 1924 y1934 encontrando los famosos bastones de mando y diversas tallas en hueso.
Bastones de mando de El Pendo
Entre 1953 y 1957 se encargó de la excavación Martinez Santa Olalla recuperando gran cantidad de restos fósiles que quedaron encerrados en 22 cajones de madera sin que nadie llegase a estudiar su contenido.
La historia de estos cajones es desesperante, primero estuvieron depositados en el Museo de Prehistoria de santander, en 1971 se llevaron al viejo Hospital de San Rafael, en 1973 pasaron unos a la Casa de Maternidad y otros se repartieron por diversas estancia y por fin, volvieron al Museo de Prehistoria de Santander en condiciones lamentables porque entre otras cosas, habían pasado por una inundación.
En 1979-80, el Dr. Gonzalez Echegaray, que había intervenido en las últimas excavaciones, decidió publicar los resultados de las mismas, a pesar de que existían pocos datos escritos sobre estas. De la publicación nos encargamos diversos especialistas: L. G. Freeman se ocupó de la industria Musteriense, González Echegaray de la industria del Paleolítico superior, I. Barandiarán de la industria ósea, M. A. Apellaniz de la cerámica, K. W. Butzer de la geología de la cueva, B. Madariaga de los moluscos y yo de la fauna de vertebrados. Asimismo intervinieron, González Morales interpretando los grabados ornitológicos y A. Leroy-Gourham analizando el pólen.
Dientes de Cervus elaphus de Crocuta spelaea y Dicerorhinus mercki