Los fósiles iban a parar a los almacenes del Antiguo Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander y si había suerte y merecian una publicación, se daban a conocer a través de una revista publicada por el Patronato de Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander, llamada "Cuadernos de Espeleología", de la que solo llegaron a editarse 10 números a cual más interesante.
Lástima que esta revista desapareciera en 1982 y dejase tantos y tantos hallazgos en el tintero.
Molares superiores de Dicerorhinus mercki.
Era un rinoceronte parecido al rinoceronte blanco actual, habitante de zonas arboladas y adehesadas donde pastaba. Es muy posible que los hombres primitivos cantabros los cazaran por medio de trampas y fosos dado su gran tamaño, cercano a las dos toneladas de peso.
Pintura de M.Maitland Howard.