Solo se encontró un único ejemplar de gran tamaño, su caparazón medía 46 cm de longitud y su anchura era de 37 cm. Además este caparazón presentaba un extraño diseño formado por un entramado de crestas de esquema triangular, que le hacían único en el registro de tortugas fósiles de España.
Salasemys pulcherrima, vista dorsal y ventral del caparazón
Por el contrario, el plastron era reducido, y móvil, de los conocidos como tipo "bikini".
Salasemys pulcherrima, vista ventral del peto.
El estudio preliminar de esta tortuga se presentó en las II Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su entorno celebradas en Salas de los Infantes en el año 2001 y los restos fueron y siguen estando expuestos desde entonces en el Museo de esta población. La publicación en cambio se hizo en Studia Geologica Salmanticensia en el año 2003. PDF
Tras la revisión cladística (que es una rama de la biología que define las relaciones evolutivas entre los organismos basándose en similitudes derivadas) realizada recientemente por Pérez García, el ejemplar de Salasemys se ha clasificado como un ejemplar adulto de la tortuga Chitracephalus dumonii encontrada en Bernissart (Belgica) y nominada por Dollo en 1885 pero que nunca había sido descrita.
Caparazón en vista ventral de Chitracephalus dumonii
En nuestra modesta opinión, una lástima.
Son las cosas que tiene el Código de Nomenclatura, pero sigue siendo un bicho precioso y ayuda a enterder muchas cosas
ResponderEliminar